La gran Micaela

En el transcurso del cuatrimestre pasado, me he topado con algunas actitudes y como decirlo... personajes extraños, algunos ya conocidos y otros nuevos.

Entre los conocidos, tengo que destacar, a una persona en especial, que no solo aparecía constantemente sino que se encargaba de decir estupideces por doquier.

Algunos lo vivieron, a mi me llegó el relato.

Una mañana previo a que el deficiente de matemática se pusiera a escribir rayas con colores de boca, unas amigas se acercaron y me comentaron lo que habían escuchado. Este personaje, a la que llamaremos Micaela, contó sin pudor que de manera muy poco cortes había callado a una compañera que le estaba prestando un oído, este suceso, parecerá sin sentido... de hecho lo es, pero tiene más trascendencia de lo que parece.

Hace poco, en un nuevo cuatrimestre, pensé que estando alejada de mis amigas podría hacer sociales.

Realmente el destino es una puta, no quiere verme feliz; bastante que reprobé materias y quedé como una mogólica, pero no, no solo bastaba con eso sino que también me pone cerca de gente un tanto especial (como diría Mai).

La semana pasada, me hallé a mi misma viviendo la gran Micaela. Le estaba explicando con mucha paciencia a Lourdes ( muchos la conocen, y saben lo insoportable que se tornó), algo de IPC, cuando con todo el tupé del mundo me hizo callar y quedar en un momento incomodo.

Les aconsejo en estas situaciones que solo personas idiotas le hacen vivir, que:

1) cuenten hasta diez.

2) miren hacia otro lado.

3) no hablen, a veces es mejor callar las cosas y quedar como mejor persona.

4) divulgue que la persona en cuestión sufre de un retraso importante.

5) saber que de ella no esperan nada potable.

En fin... espero que no les suceda, más si tienen complejos de superioridad frente a otras personas.